Telecagada

Supongo que los señores de Telepizza habrán estudiado a conciencia el hecho de abrir una nueva línea de negocio en forma de hamburguesa. Bueno, en realidad no sólo le dan al emparedado sino que ahora además ofrecen pasta, Kebab, ensalada, Stromboli (¿qué coño es el Stromboli?) y complementos como el pan de ajo, las patatas fritas y los fingers de queso.

Pues bien, ahora llega Franziska y dice “esa nueva línea de negocio va a ser una gran cagada”. Ahí queda eso. Sin tests, sin briefings, sin datos. Sin rapports, sin cuentas, sin corbatas. De golpe y plumazo nos cargamos todo el estudio de los amigos de Telepizza y les decimos, desde Santa Marta nº 8 (bajo), que reculen.

Qué sí hombre, que sí, que está clarísimo. Que tú no puedes especializarte en una cosa y “yadepaso” vender otra. Que tú no puedes dilapidar una imagen de marca construida a base de esfuerzo y constancia porque ahora has dado con la idea “súper genial de la muerte” de vender hamburguesas. Que nooooo, que así no funciona la cosa. Calma, calma. No peguen bandazos de este tipo porque así nos vamos todos al garete. Entendemos que haya un pequeño hueco de negocio en la típica cuadrilla que se junta en casa para ver un partido de la Copa Confederaciones y en la que a uno de los miembros no le guste la pizza. Vale, ese puede aprovechar el pedido de las pizzas y decir “a mí pídeme una superburguer del 15”. Pero eso se queda en una simple anécdota, porque también puede pedir la hamburguesa a otra marca de fast food, convencer a sus amigos para que cambien el menú, quedarse sin cenar...

Así que, señores de Telepizza, reflexionen, sigan con el tema de las pizzas, que es lo suyo, y retiren la campaña cuanto antes. Es por su bien. Y si aún y todo insisten con las hamurguesas, ¿han barajado la posibilidad de crear una sub-marca no asociada a Telepizza?