20/10/09

Censura














Esta campaña de la agencia Herederos de Rowan, que anuncia una exposición titulada “El joven Murillo”, ha sido retirada por el Museo de Bellas Artes de Bilbao porque a los dueños del cuadro original no les ha gustado el detalle del piercing en el autorretrato del pintor. De hecho, amenazaron con no cederlo a la exposición. Por otro lado, Belén Esteban, el revientaprecios y toda esa basurilla de tirapichón siguen copando horas y horas televisivas sin que nadie les censure. ¿Demagogia publicitaria? No, tristeza.

4 comentarios:

  1. MIERDA PUTA. ACABO DE DEJAR UN COMENTARIO MOLÓN Y SE ME HA BORRADO. VOY A TRATAR DE REPRODUCIRLO. JODERRRRRRRRRRRR.

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  2. Decía que, por discutir, un poco, yo diría que quizá simplemente no gustó a los organizadores y dueños del parné del asunto. Porque el piercing se asocia a algo, y lo que representa el piercing, asi, grosso modo, es una estética del carpe diem más flu, regada por una politoxicomanía light pero constante, sin más miras ni horizontes que la del finde semana, con un borreguismo estético y ético que no da pa' mucho, y con una camino de perfeccíon personal del tamaño de la profundidad del agujerito pierceniano en cuestión.

    Quizá eso han visto los organizadores en el piercing, algo que antipódico a lo que ellos ven, intuyo, en el joven Murillo, y han decidido que ni piercing ni flautas. Y me da que los entiendo.

    Macho, estoy hecho un cascarrabias acojonante.

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  3. Me parece un razonamiento respetable Edurardo, pero creo que no es suficiente como para censurar una campaña publicitaria en pleno siglo XXI. No hace daño a nadie. Y creo que, puestos a censurar, hay millón y medio de asuntos mucho más censurables que este y que no se censuran. Fíjate, al final toda esta polémica le ha venido de perlas a la agencia para darle bombo a la campaña y a ella misma. ¡Cascarrabias!

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  4. Yo usaría con más 'alfileres' la expresión censurar. Censurar es prohibir la reproducción de algo porque se cree que atenta contra alguna idea o creencia establecida, mancillando parcialllmente o en su totalitat la obra de un creador. En este caso, tratándose de un contubernio que afecta a señores particulares (dueños del cuadro) ya hablaría más de "tumbamiento de proyecto creativo porque no me gusta y me sale de mis santos cojones", pero nunca de censura.

    Cómo me gusta discutir.

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