13/3/11

El Camino del Samurái

Debemos meditar todos los días sobre la inevitable muerte. Diariamente, cuando tengamos el cuerpo y la mente en paz, debemos imaginarnos que nos destrozan las flechas, las balas, las lanzas y espadas, que se nos llevan las grandes olas, que nos arrojan a una hoguera, que nos cae un rayo, nos mata un gran terremoto, nos caemos por un acantilado de doscientos metros, nos morimos de enfermedad o nos hacemos el seppuku al morir nuestro señor. Y debemos darnos por muertos todos los días, sin excepción.

Hay un proverbio de los ancianos: "En cuanto sales de la sombra del tejado, eres hombre muerto. En cuanto sales por la puerta, el enemigo está al acecho". Este proverbio no recomienda prudencia. Recomienda que te des por muerto de antemano.

HAGAKURE / Yamamoto Tsunetomo

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