16/12/09

La leche

5 comentarios:

  1. EL LOBO FEROZ: ¿Leche? No, gracias

    Voy a ganarme un puñado de enemigos. Últimamente escaseaban. A los viejos casi todo se les perdona. Decía Martí: “Quien enemigos no tenga es señal de que no tiene ni talento que haga sombra, ni valor temido, ni carácter que impresione, ni honra de la que se murmure, ni bienes que se codicien, ni cosa buena que se envidie”. Tan viejo soy que se me están muriendo los adversarios. El general Narváez, conminado in artículo mortis por su confesor a perdonar a los suyos, adujo que no podía, porque los había fusilado a todos. Mi situación es análoga, aunque sin paredón por medio. Parece ser que el sector lácteo de nuestra economía anda en apuros. Los más siesos dicen que hasta podría echar el cierre. Iría eso en detrimento del bolsillo de quienes viven de la leche en cualquiera de sus variantes, pero redundaría en beneficio de la salud de los que la consumen. La leche, el yogur, el queso y la mantequilla son venenos para el organismo de los no lactantes. Sabrosísimos, por supuesto, como la mayor parte de los tósigos (el chuletón de buey, el foie, las patatas fritas, los embutidos), pero desencadenantes o coadyuvantes del deterioro de la salud. Imposible sería enumerar aquí las dolencias relacionadas con el consumo de lácteos. Las hay a cientos. ¿Por qué ningún mamífero, excepto el humano, se amorra a la ubre después de la lactancia? Vayan ustedes a la consulta de un buen nutricionista o a cualquier clínica puntera de los Estados Unidos y verán cómo les dicen que renuncien a la leche no descremada y a sus derivados por los siglos de los siglos. En Europa, sin embargo, y en Vandalia ni les cuento, esa droga nociva y altamente adictiva aún disfruta de buena prensa. La que le han granjeado al hilo de muchas décadas el bombardeo de los lugares comunes, el petardeo de la publicidad -15.000 teleanuncios al mes- y el dinero invertido en convencer a los médicos de que los burros vuelan. Si es usted varón, cuide su próstata (por ejemplo). Ni blanco ni en botella. Y si es mujer, olvídese de lo que asegura una patraña muy extendida: la leche no evita ni retrasa la osteoporosis. ¿Quieren calcio? Pues recurran a los vegetales de hoja verde y a las leguminosas. Y ahora, pónganme a parir, envíen cartas al director, digan que digo disparates. Poco importa. La ciencia me avala y la verdad es la verdad por mucho que vaya en contra de los intereses de los damnificados por ella. Mal de algunos, consuelo de todos, que no de tontos. Tomen soja.

    FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ

    ResponderEliminar
  2. Luego un nutricionista le replica esto:

    Estoy de acuerdo en que la Leche entera o sus derivados lácteos tienen una gran cantidad de Lípidos o grasas que provocan los efectos que ya conocemos, pero es una pena dejar de beneficiarse de otras muchas propiedades que tiene la leche en pro de un excipiente como es la soja para las poblaciones occidentales. Simplemente tomándola semidesnatada o desnatada quedaría el asunto resuelto. Estoy seguro que si hubiese tomado mas leche tendría la cara menos agrietada, y combine el aceite de oliva con el de girasol, no sabe que el verdadero oro es la vitamina E, y en una cucharada de aceite de girasol tiene usted la dósis recomendada diaria.

    ResponderEliminar
  3. Nuestro amigo Perkaz diría de todo esto: "¿Conoces algún animal, aparte del hombre, que siga consumiendo leche después de la lactancia?"

    PD: Yo pensé en los gatos, pero me callé como una zorra, por si acaso...

    ResponderEliminar
  4. Eso dice Drago's... que damos pena toda la vida entetados... Lo de los gatos y la leche yo creo que es como mito de dibus animados.., diria yo..

    ResponderEliminar
  5. a mi me gustan mucho las tetas

    ResponderEliminar